Airbnb anuncio esta semana que se convierte en una plataforma de viajes. La idea nace como una necesidad de crecimiento del negocio del turimo, pero también como medio para solventar algunas trabas que están encontrando en las ciudad más importante, donde se están poniendo cada vez mas exigencias a estos alojamientos hasta hace poco alegales. Airbnb, la plataforma de alojamiento compartido, mantiene el negocio eje de la marca, los alojamientos, pero apuesta de manera decidida por aprovechar su fuerza en el sector y se pasa a la venta de más productos anexos a un viaje.
Una de las bases de Airbnb fué su conexión con el público local, de ahí que ahora lance esta solución, las Experiencias, que en síntesis son paquetes o servicios ofrecidos por los huéspedes y la plataforma para complementar la oferta del turista en destino.
Además se lanza una nueva solución para disfrutar de guías digitales de la ciudad, con ideas y recomendaciones de que hacer y a donde ir. Así mismo se lanzan nuevos servicios y encuentros con el guía experto de cada zona, para trabajar las estrategias de cara a ofrecer la mejor experiencia a los turistas y ofrecerles lo más ajustados su perfil o necesidad en una u otra ciudad.
Los alojamientos se renuevan con nuevas categorías, como el tipo low cost, el estudiantil, el de lujo, los familiares, etc. Se abre el abanico y se agrupan las estancias para que sea más fácil buscar y encontrar un alojamiento para los cada vez más extenso y personalizados targets de turistas.
En resumen, un nuevo golpe en la mesa del sector de los viajes, que llevaba años parado, y enfocados a la dependencia de los grandes grupos turísticos. Con este nuevo enfoque parece lógico pensar que van a empezar a caer algunos portales menos innovadores o que realmente no añaden valores añadidos a los nuevos turistas digitales.