Venimos de un verano muy bueno para el turismo en España pero las cifras no son del todo ciertas. El turismo ha crecido este año en nuestro país aunque no ha sido gracias a apuesta de las empresas por invertir en las personas, sino más bien por lo problemas bélicos y políticos de rivales mediterráneos de España, algunos como Turquía, Túnez o Egipto, e incluso podemos pensar también en Francia e Inglaterra.
Las empresas deben afrontar cada día como un nuevo reto, donde conocer mucho mejor a su cliente, a su sector, y a la propia empresa, ósea a su cliente interno, el trabajador. La industria en general del turismo debe apostar por las personas, no hay otra vía para estar siempre a la vanguardia y en cabeza, sea o no por el problema de otros países limítrofes.
La apuesta por la mejora de la calidad en el trato, en la prestación del servicio, en la ejecución de los planes desarrollados, de las tareas marcadas previamente. Uno de los datos más llamativos de este verano 2016 hace referencia a un índice cuanto menos importante. El ratio que más ha crecido este año en alojamiento en España es el de los extranjeros que no pasan ni una sola noche en el país, ósea que van de paso, ósea los cruceristas. (Fuente. Frontur de Turespaña)
Las empresas no pueden caer una y otra vez en la autocomplacencia de lo bien que ha ido este o aquel año, deben apostar por la innovación y la formación continua de calidad como un pilar fundamental en sus políticas corporativas. Cada año hay que destinar una parte importante de estas acciones de futuro para la mejora de la oferta de productos, de la prestación del servicio y de las capacidades de su personal. Esta será sin duda alguna la mejor apuesta para las empresa del turismo, la apuesta por las personas que trabajan en el sector. No hay mejor apuesta que invertir en la formación de nuevas disciplinas puestas ya en marcha en otros países, nuevos enfoques sectoriales ya demostrados, para estar siempre a la cabeza de la innovación turística.
Con el nuevo curso académico que comienza este mes, podemos retomar y reorientar estas necesidades para que las empresas y marcas sean de verdad las que disparan las cifras, para enfocarnos hacia nuevos hitos y hacia nuevas metas. Sin duda alguna, la apuesta por las personas es una clara apuesta de futuro. Futuro como la Calidad Ambiental, la Huella Social, el Turista Digital, el Customer Experience, los nuevos modelos de Economía colaborativa en el Turismo, y un largo etcétera de tendencias de presente y futuro que se pueden poner ya en marcha en las empresas turísticas.