Estos días estuvimos en el TIS, Tourism Innovation Summit, uno de los encuentros profesionales más importantes de España en cuanto a Innovación y Turismo; y la verdad es que volvemos muy desilusionados.
La innovación no la hemos visto. Durante las diferentes jornadas la aportación en innovación, tendencias y demás actualizaciones ha sido pobre desde nuestro punto de vista. Todavía andamos hablando de tecnología, soluciones e ideas pre-pandémicas.
Estamos en un momento difícil, donde las empresas, los profesionales, los productos y los servicios deben apostar por la tecnología y la innovación, pero la verdad es que nos sigue costando mucho hacerlo.
Para innovar podemos seguir algunos pasos como estos:
Fijarnos una misión importante.
Cuando hacemos algo que nos importa, el trabajo puede ser mucho más que una obligación, puede ser una gozada. Nuestra misión es la de «ayudar a las empresas y profesionales a mejorar en todas sus fases de digitalización e innovación”. Este sencillo principio guía todas nuestras decisiones e ideas. Con frecuencia, cuando empezamos a trabajar en un nuevo campo o con un nuevo cliente es porque observamos que existe un problema importante que no ha sido resuelto, y creemos que la tecnología puede ayudar a encontrar la solución.
Pensar a lo grande y comenzar por lo pequeño.
Con independencia de lo ambiciosos que sean tus planes, tienes que ponerte manos a la obra y empezar por algo. Empieza por algo que controles y ve subiendo el nivel. El primer paso lleva al segundo y al tercero, y así vamos caminando cada día. Hay que ponerse manos a la obra.
Esforzarse por innovar de forma continua, no por lograr la perfección instantánea.
La innovación es dificil alcanzarla en unos días, hay que trabajar duro y de manera constante para que suceda en algún momento, no hay una tiempo estandarizado, lo vas a encontrar de manera natural, cuando encontremos ese punto diferencial que nos ayuda a mejorar y a diferenciarnos.
Buscar ideas en cualquier parte.
Hablando con alguien, pensando en el bus, en la ducha, o simplemente durante tu trabajo, te pueden venir las ideas, pero para ello debemos cultivarnos a diario. Hay que leer textos relacionando con nuestro sector, asistir a encuentros, estudiar a la competencia, buscar en Internet, leer libros de todo tipo, buscar contenido en redes, analizar todo lo que podamos y que haga referencia a nuestra empresa. En definitiva, ser curiosos.
Compartirlo todo.
El futuro se llama co-creación. Estamos en un momento donde las ideas fluyen a diario en el ámbito digital y ahí tenemos una fuente inagotable de datos, soluciones, testeos, visiones, innovación y un largo etcétera.
Estimular la innovación con la imaginación y alimentarla con datos.
La innovación como otras muchas disciplinas es igual a trabajo, hay que estudiar y hay que hacer diversas pruebas y practicas. Debemos acudir a formaciones específicas para ello, debemos evolucionar y la única forma de hacerlo es formarnos y estimular el cerebro para buscar nuevas soluciones.
No dejar de fracasar.
La gente recuerda tus éxitos más que tus fracasos. Fracasar está bien siempre que aprendas de tus errores y los corrijas con rapidez. Creedme cuando os digo que nosotros hemos fracasado muchas veces. Saber que no pasa nada por equivocarte, nos da la libertad de correr riesgos. Y la industria de la tecnología es tan dinámica que, en cuanto dejas de correr riesgos, empiezas a estancarte.
Debemos buscarnos un lema para recordarlo cada día, al entrar en la empresa, algunos como «Voy a tener suerte» otros como “Hoy puede ser un día maravilloso”, sea cual sea, esos lemas nos motivan a seguir.
No todos los días son felices ni fáciles, pero debemos seguir. Nosotros apostamos cada día por innovar, ayudar a nuestros clientes y buscar nuevas soluciones leyendo, asistiendo a eventos y colaborando en numerosos proyectos.
La única forma de crecer es no parar de hacer cosas. Os animamos a compartir estas ideas para mejorar en vuestro día a día y en vuestros proyectos. Y si podemos ayudaros, ya sabéis cómo podemos hacerlo.