El futuro del turismo pasa por la escucha activa, la generación de emociones y la visión global. En un momento tan acelerado y a la vez tan apresurado, por los tiempos que vivimos, la transformación digital, va a permitir a muchas empresas, reinventarse. Para ello se debe apostar por la innovación y por la marca, para de una manera mucho más natural, alinear sus productos y servicios con la nueva cultura y la evolución necesaria de la sociedad, hacia nuevos modelos.
Esta alineación de ideas, sumadas a la innovación, serán la base de la próxima revolución del turismo, donde lo digital dará pie al resto. El cambio podemos asumirlo como rápido o lento, pero sea como fuera, se va a dar.
Para poder sumar valor a las marcas y por ende a las empresas, debemos tener una visión mucho más clara del nivel de competitividad de cada uno, de nuestra capacidades. Es un momento de cambios, de pivotar hacia nuevos modelos, de salir de la zona fácil, la de siempre, la conocida, salir ya de la zona de confort. Estamos en momento donde deberíamos arriesgar y probar, para poder demostrar que generamos un nuevo valor, sino el fracaso, será una realidad. Si el cliente no percibe que hemos generado nuevas ideas o nuevos valores, no se fijará en nosotros.
La relación causal entre marca e innovación es innegable. Sin nuevas ideas no hay nuevos clientes. Sin un cambio percibido no hay un consumo generado. Las marcas añaden confianza y credibilidad a los procesos. La percepción de la innovación, ya es una causa suficiente para generar curiosidad. Ambos se conectan y retroalimentan, la innovación generando y las marcas confirmando los deseos y necesidades de los clientes.
La innovación tiene una gran parte de la culpa en la generación de esas nuevas emociones, tan necesarias, en un momento difícil, donde hay que volver a recuperar al cliente, estar atentos a los cambios y trabajar en una nueva cultura y visión global de los problemas.
Las marcas que apuestan por la innovación, tienen claro también que apuestan por el talento interno de las empresas, los valores éticos, la responsabilidad social. Están construyendo sus bases sobre los cimientos del futuro, y aquí de nuevo lo digital y la comunicación corporativa, bien enfocada y con un carácter humilde y transparente, pueden jugar un papel preponderante.
Los cambios como vemos serán de carácter tecnológico y social para las empresas, y de carácter experiencial, para los clientes. No es un momento de cambios, es un momento de valientes. Hay que reinventarse para renacer, porque la innovación y la marca, va a ser una necesidad del futuro inmediato.
Nosotros ya trabajamos en estas líneas desde hace años, transformando y aportando valor a las empresas.
Si crees que podemos ayudarte a mejorar en algunas de ellas, no dudes en llamarnos y nos pondremos a trabajar en ellas para mejorarlas y para evolucionar hacia un futuro más innovador.